¿Te has preguntado alguna vez por qué algunas clases en tu estudio fitness están abarrotadas mientras que otras parecen un desierto?
No estás solo. La clave no siempre está en la calidad del instructor o la popularidad del estilo de entrenamiento; muchas veces, el verdadero problema radica en el horario.
Optimizar el horario de clases no solo puede aumentar la asistencia, sino también la satisfacción de tus clientes. ¡Vamos a verlo paso a paso!
No adivines, ¡pregunta! Tus clientes saben mejor que nadie cuáles son los horarios que más les convienen. Una encuesta corta y sencilla puede darte insights muy valiosos:
Usa herramientas como Google Forms o simplemente crea una encuesta en papel y déjala en la recepción. ¡Es fácil y rápido!
A veces, la asistencia varía dependiendo de la época del año o incluso del clima. ¿Notas un aumento en las mañanas cuando hace calor? ¿Las tardes son más populares en invierno? Estos patrones pueden ayudarte a ajustar tu horario de manera más estratégica.
No todos tus clientes tienen las mismas necesidades ni rutinas. Divide tus horarios pensando en diferentes perfiles:
Asegúrate de ofrecer opciones atractivas para cada grupo.
¿Por qué no ofrecer yoga justo después de una clase de alta intensidad? Esto fomenta que los clientes se queden más tiempo en tu estudio y aprovechen al máximo su visita. Además, puede ser una buena forma de introducirlos a nuevas disciplinas.
No programes dos clases populares al mismo tiempo. Si tus clientes tienen que elegir entre sus favoritas, es probable que ambas pierdan asistentes. Dale a cada clase su momento para brillar.
¡No lo escondas! Coloca el horario en un lugar destacado dentro del estudio y asegúrate de que sea fácil de leer. También puedes compartirlo en:
Tus instructores son embajadores de tu marca. Anímalos a promocionar sus propias clases entre sus seguidores y alumnos regulares. Incluso un simple recordatorio al final de una sesión puede marcar la diferencia.
A todos nos gusta recibir algo extra. Considera implementar recompensas para quienes asisten con regularidad. Por ejemplo:
Un mensaje recordatorio un par de horas antes de la clase puede ser justo lo que alguien necesita para decidirse. Usa WhatsApp o una aplicación de gestión de estudios para programarlos automáticamente.
Si notas que una clase tiene consistentemente baja asistencia, no te desesperes. En lugar de eliminarla de inmediato:
¿Tienes un horario que parece un “desierto”? En lugar de dejarlo vacío, dale vida con incentivos estratégicos. Una excelente idea es ofrecer descuentos o planes más económicos que incluyan exclusivamente esas clases en horarios de baja asistencia. Por ejemplo:
Esto no solo ayuda a liberar espacio en las clases más saturadas, sino que también optimiza el uso de tu espacio físico. ¡Un gimnasio vacío es un costo! Mantener movimiento durante todo el día permite que más personas entrenen y se genere un flujo continuo de ingresos. Al final, se trata de crear un equilibrio donde todos ganen: tus clientes disfrutan de precios especiales y tú aprovechas al máximo tu estudio fitness.
Por otro lado, si una clase está siempre llena, considera ofrecer en otro horario adicional o implementar un sistema de reservas para evitar problemas de espacio.
Optimizar el horario de clases en tu estudio fitness no es solo cuestión de logística, ¡es un arte! Conociendo a tus clientes, diseñando un horario eficiente y utilizando estrategias creativas, puedes maximizar la asistencia y mejorar la experiencia general en tu estudio.
Herramientas como Boxmagic, no solo ayudan a tu negocio a tener una gestión más ágil de tus reservas y pago, sino que también, te muestran reportes estadísticos de cuáles son los horarios con mayores reservas, dándote así visibilidad de cómo garantizar clases con mayor cantidad de alumnos en tu centro fitness.
Recuerda que la flexibilidad y la escucha activa son tus mejores aliados. Así que, ¡manos a la obra y a llenar esas clases!
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